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MI CULTURA (2) el silbo gomero

SILBO GOMERO: ENSEÑANDO NUESTRAS TRADICIONES

            Inscrito en 2009 por la UNESCO en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, el lenguaje silbado de la isla de La Gomera, denominado silbo gomero, reproduce con silbidos la lengua hablada por los isleños: el español. Transmitido de manera tradicional a lo largo de siglos, es el único lenguaje silbado del mundo plenamente desarrollado y practicado por una comunidad numerosa -más de 22.000 personas-. 



Para acercarnos a este lenguaje hemos contado con la inestimable colaboración de Francisco Correa, profesor coordinador de Silbo Gomero en la isla de La Gomera.
Un poco de historia.
El lenguaje silbado que se practica en la isla de La Gomera constituye una de las manifestaciones culturales tradicionales vivas más singulares de la Comunidad Autónoma de Canarias. Una manifestación cultural que, aparte del gomero, solamente practican algunos otros grupos humanos del planeta. La base de este tipo de lenguaje es un sistema fonológico que permiten dar una versión silbada de las palabras de la lengua española, y establecer así comunicaciones a una distancia superior a la permitida por el lenguaje hablado. No es una lengua natural independiente, como el español, el chino o el griego, sino un mecanismo que permite convertir las palabras de la lengua hablada en una versión silbada de la misma. Razones lingüísticas, etnográficas, históricas, de definición de nuestra identidad y de política cultural  hacen recomendables tanto su protección institucional como su estudio y aprendizaje en los centros educativos de nuestra Comunidad Autónoma.

El origen del silbo Gomero está aún en el terreno de la hipótesis. A lo largo de los siglos,  historiadores, viajeros, antropólogos, lingüistas y estudiosos del Silbo Gomero han documentado -con mayor o menor rigor- sus observaciones y, en ocasiones, han reproducido las de otros, elucubrando sobre el posible origen del Silbo.
Actualmente, hay dos teorías:
PRIMERA TEORÍA: “El Silbo ha tenido su origen en la propia isla”.
En el mantenimiento de esta teoría juega un papel fundamental la difícil orografía de la isla, por la que el aborigen gomero pudiera haber creado este sistema de comunicación, perfeccionándolo hasta lograr articularlo.
SEGUNDA TEORÍA: “El Silbo procede del norte de África, de la zona del Magreb”.
Hay  referencias a lenguajes silbados en el norte de África. El historiador griego Heterodoto (s. V a.C.) habla de la tribu de Los Trogloditas: “se alimentan de serpientes, lagartos y otros reptiles semejantes, además, poseen una lengua que no se parece a ninguna otra, ya que emiten unos chillidos como los de los murciélagos” (Herodoto, IV, 183, 4). E.A. Hooton (1925-1963) habla de “comunidades bereberes del Atlas marroquí, con lenguaje silbado parecido al gomero”.
En el año 2013, Gerar Pucheu, un maestro francés retirado, enamorado del Silbo Gomero y empeñado en recuperar el lenguaje silbado del Valle de Aas -Pirineo francés- viajó al Atlas Marroquí y encontró a los silbadores que Hooton había mencionado. Se entrevistó con ellos y el procedimiento y la forma en que se establece la comunicación silbada es similar a la del Silbo gomero.
Con todas estas referencias, es más que probable la procedencia africana de la lengua aborigen y podríamos dar por cierta esta segunda teoría, tanto para el Silbo como para la población primitiva de las islas.

La enseñanza tradicional del silbo.
Tradicionalmente las actividades de aprendizaje se realizaban en el seno familiar, en la casa y en las salidas a su entorno más inmediato durante las actividades cotidianas. La familia y los vecinos son los que enseñan al niño a caminar, a hablar, a vestirse, a trabajar... a silbar. Para el aprendizaje del silbo, como para el aprendizaje del habla, los niños y niñas disponían de todo el tiempo del mundo, ni los padres, ni ellos mismos sentían la prisa. Éste duraba toda la vida, desde que escuchaban los primeros silbidos en la cuna, hasta que, ya adultos, seguían perfeccionándolo en las diversas ocasiones en que lo utilizaban con personas distintas. Mediante la resolución de problemas concretos se reafirmaban y estimulaban los aprendizajes.
La enseñanza era totalmente individualizada, lo que permitía atender las necesidades de cada persona, sus dificultades específicas, dándose el caso de que el aprendiz tenía en su entorno varios maestros diferentes (padre, madre, abuelos...) que podían complementar esfuerzos. La carencia de recursos pedagógicos o materiales se suple con las explicaciones verbales, los ejemplos prácticos y la repetición.
El Silbo en la escuela
La experiencia de la enseñanza del Silbo empieza como una actividad extraescolar voluntaria organizada por las AMPAS (1993-1994) que se imparte por las tardes, fuera del horario escolar, y por un monitor que no es docente ni tiene el apoyo de un docente.
Vista la buena acogida y el incremento del interés, el parlamentario gomero Pedro Medina Calero, presenta una Proposición no de Ley en el Parlamento de Canarias que se aprueba el 26 de julio de 1997. El Gobierno de Canarias responde con la Orden de 5 de julio de 1999, que regula la enseñanza del Silbo Gomero y por la que se incluye como enseñanza obligatoria dentro del área de Lengua Castellana en Primaria y Secundaria de la isla de La Gomera. Comienza a impartirse en el curso 2000/01 desde 1º de primaria hasta 2º de la ESO.
La Consejería de Educación destina los medios para iniciar este proceso. En un principio se cuenta con dos monitores de Silbo -silbadores mayores que aprendieron el silbo de la forma tradicional y lo practicaron cuando su uso era habitual-, un profesor coordinador -es un docente, que, además de ser silbador, coordina la enseñanza e imparte también clases prácticas- y una Comisión Técnica del Silbo, que está compuesta por profesorado de diferentes niveles, representantes de la Consejería y un representante del AMPA. Su función es el seguimiento del proceso de implantación de la enseñanza del silbo y de su conservación y difusión en el ámbito escolar.

La enseñanza en los centros escolares en la actualidad.
Resulta imposible reproducir las situaciones en las que se usaba el Silbo en el sistema escolar. La enseñanza del silbo conlleva, lógicamente, unas características peculiares, una metodología para la diversidad de estilos de aprendizaje del alumnado y las distintas situaciones de comunicación.
Las instalaciones escolares, el aula, etc. presentan muchas desventajas para esta enseñanza, así como la mala acústica, la molestia a otros grupos durante la práctica, etc. En la escuela, un solo docente tendrá que atender al mismo tiempo a un número significativo de alumnos. Esto es una dificultad para trabajar la emisión del silbo. Este tipo de enseñanza y aprendizaje no se puede quedar en la teoría, hay que descubrirlo, experimentarlo y lograrlo de forma individual. Es también una desventaja el tiempo: muchos de los alumnos y alumnas llegarán al aula sin haber oído silbar en su casa o en su entorno y sólo tendrá entre 15 y 30 minutos de clase práctica semanal.
En el proceso de enseñanza lo primero y fundamental es enseñar a emitir el sonido del silbo, para ello se explica cómo se debe colocar cada uno de los órganos que intervienen en el silbo (dedo, labios, dientes, lengua) y cómo expulsar el aire para que se pueda emitir sonido, dándole varias opciones al alumnado. Al mismo tiempo, se silban las primeras palabras para que vayan acostumbrando el oído, procurando trabajar al mismo tiempo la audición y la emisión. Una vez que el alumnado ya emite algún que otro sonido, se comienza a trabajar con las palabras de menor a mayor dificultad, pudiendo hacer la representación gráfica de la palabra que vamos a silbar, luego la silba el profesor y después el alumno. Cuando el alumnado ya sabe decir palabras, comienza a iniciarse en los mensajes sencillos, por imitación y luego de manera autónoma. Una vez que el escolar tenga cierto domino del silbo pasa a solucionar situaciones con otros escolares.
Para la enseñanza práctica del Silbo, además, se debe trabajar desde las diferentes áreas y materias con  todo aquello que esté relacionado con éstas y el conocimiento del Silbo (en Lengua Castellana: el habla canaria, las vocales y consonantes, en Geografía e Historia: las tradiciones y modos de vida, la orografía e historia de La Gomera y su relación con el Silbo, en Música: el silbo como la voz cantada y/o hablada, como sonido, etc.) o usándolo como centro de interés para trabajar cualquier criterio de evaluación desde cualquier área o materia.
Para que el profesorado participe y se sienta capaz de hacer aportaciones a la enseñanza del silbo, pues es una actividad que se desarrolla en su aula y debe estar capacitado para proponer, participar y dinamizar la actividad, se empieza con la formación de  los docentes y se hacen esfuerzos para lograr su implicación en el proyecto.
El alumnado no solo tiene que ser capaz de emitir y entender mensajes silbados, debe además conocer su historia, su importancia en el pasado y el presente y ,sobre todo, sentirlo como algo propio, un tesoro que debe cuidar, compartir y enseñar a los demás. El Silbo se aprende y está vivo en la escuela, en el trabajo diario, en las celebraciones, en los recreos e intentamos que lo esté también en el corazón de nuestros niños y niñas.
Actualmente, además de la enseñanza obligatoria la enseñanza del silbo llega a otros niveles:
Educación infantil: en los centros en los que es posible por el horario del monitor, se imparten clases de silbo también al alumnado de Educación Infantil.
Ciclo formativo de Guía Turístico: en colaboración con el profesorado de este ciclo, se lleva a cabo un taller de silbo con el alumnado.
Formación del profesorado: se realizan cursos presenciales de iniciación al silbo gomero para los docentes y este año hemos incorporado un curso a distancia sobre iniciación al conocimiento del Silbo Gomero para todo el profesorado de Canarias.
Además el proyecto de enseñanza del silbo realiza una importante labor de difusión en colaboración con los centros escolares al atender a los numerosos medios de comunicación que se interesan por este tema, la colaboración en estudios sobre diferentes aspectos del silbo y la participación en proyectos artísticos y documentales.

La enseñanza del silbo ha ido evolucionando desde que se incorporó como asignatura obligatoria y en la actualidad seguimos dando pasos para mejorar el seguimiento del proyecto, la difusión, la enseñanza y la participación e implicación del profesorado.

ENTREVISTAS:

DON ISIDRO (Foto Don Isidro de www.silbocanario.com)
Conversamos ahora con Don Isidro Ortiz Muñoz. Nacido en el año1932 en La Gomera, ha sido pionero en la recuperación y la enseñanza del silbo en los centros escolares de la isla. En 2013 recibió el Premio a la promoción de la cultura general de Canarias, otorgado por el Gobierno de Canarias.

- Buenos días, Don Isidro, ¿qué nos podría contar de los orígenes del lenguaje silbado en La Gomera?
- Realmente los orígenes son inciertos. Se sabe que en La Gomera se utilizaba desde antes de la llegada de los conquistadores castellanos. Dicen los historiadores que su origen puede ser prehispánico. Algunos lingüistas afirman, incluso, que pudo nacer en la isla impulsado por la necesidad que la orografía .
- ¿Quién le enseñó a silbar?
- Antiguamente, se aprendía a silbar como se aprendía a hablar. Antes de poder hablar, los niños reconocían los distintos sonidos del silbo. No había una única persona que te enseñara, aprendías con el conjunto de la sociedad.
-¿Cuáles eran los usos y costumbres en su infancia o juventud, con respecto al silbo?
- El papel principal que desempeñaba era el de la comunicación a larga distancia. Una necesidad vital para evitar las largas caminatas. Había personas en cada caserío que hacían de enlace para pasar mensajes, incluso comunicación oficial, de norte a sur de la isla.
-¿Qué sintió cuando supo que se iba a recuperar el silbo para la enseñanza? ¿Contactaron con usted?
- Todo lo empecé yo. Primero en el colegio de Chipude y luego en Valle Gran Rey, en el C.E.O. Nereida Díaz Abreu en las horas del recreo. Con ayuda de la Federación insular de A.M.P.A.S., se fue extendiendo a todos los centros de la isla.
- Hoy en día, con su experiencia y visión, ¿qué propondría para mejorar la enseñanza del lenguaje silbado en los centros?
- Darle más importancia, más recursos, más horas de silbo en cada aula. Pasar de la media hora a las dos horas semanales.
Quisiera decir que una persona sola no llega a conseguir todo esto. Me encontré con mucha gente a la que el proyecto le agradó y entre todos conseguimos que llegara a considerarse patrimonio inmaterial de la humanidad por la UNESCO.

ABUELO Y ABUELA INÉS CHNEA BELLO (Foto de la abuela de Inés)
Nuestra alumna Inés Chinea Bello ha entrevistado a sus abuelos:
Doña Dulce María Cabrera Chinea, de 81 años de edad, es natural de isla de La Gomera y dedicó la mayor parte de su vida a trabajar en el campo y a la crianza de animales. Y Don Antonio Chinea Cabrera, de 83 años de edad, también residente en La Gomera es marido de doña María, el cual pasó la mayor parte de su vida laboral en la carretera, ya que era camionero. Ambos nos han respondido con generosidad a las siguientes preguntas.
- ¿Quién les enseñó a silbar?
Doña Dulce: No tuve a nadie que me enseñara, pero las circunstancias en las que nos encontrábamos, nos obligaron a aprender.
Don Antonio: Realmente, no me sé desenvolver muy bien, pero aprendí lo justo para llamar a mi mujer y a mis hijos una vez que me casé.
-¿Con qué edad aprendieron?
Doña Dulce: Desde que era bastante pequeña. Entre los 5 y 6 años más o menos.
Don Antonio: Alrededor de los 18 años, cuando conocí a mi mujer.
¿Cuándo lo utilizaban?
Doña Dulce: Principalmente, cuando iba a pastorear los animales al campo, para llamarlos y también para comunicarme con otras personas que se dedicaban también al pastoreo.
Don Antonio: Casi siempre cuando estaba en casa, una vez llegaba del trabajo.
¿Lo utilizan hoy en día?
Doña Dulce: Normalmente no, pero sí que lo uso para llamar a mi hijo o a mi nieto, sin necesidad de utilizar el teléfono móvil, mientras se encuentren en una distancia en la que me puedan entender.
Don Antonio: No, no lo utilizo.
¿Han enseñado a silbar a sus hijos o nietos?
Doña Dulce:: Mis hijos aprendieron solos, pero a mis nietos desde que eran pequeñitos sí los enseñé para que hablaran con el silbo y lo entendieran.
Don Antonio: No, de eso se encargó siempre mi mujer.
¿Creen que es importante que se enseñe en la escuela?
Doña Dulce: Sí, porque no se debería olvidar algo que es propio de la isla y para no perder las costumbres antiguas
Don Antonio: Sí, porque son nuestras tradiciones, y el único medio de comunicación que teníamos los gomeros.

JUANMA (Foto de la clase)
Juan Manuel Chinea García, de 29 años, es el profesor de silbo de nuestro centro. Viene un día a la semana y se reparte entre los 2 grupos de primero de la ESO y los 2 de segundo.
- ¿Cuándo empezó a dar clases de silbo?
- Hace unos 5 años
- ¿En qué centros imparte clase?
- Actualmente trabajo en siete repartidos por toda la isla: CEO Nereida Díaz Abreu, El Retamal, Temocodá, La Dama, Alajeró, Santiago Apóstol y La Lomada.
- ¿En qué asignatura?
- Forma parte del currículo de lengua española.
- ¿Por qué crees que es importante la enseñanza del silbo?
- Es importante intentar conservar esta tradición entre las nuevas generaciones ya que cada vez, debido a las nuevas tecnologías, se usa menos.
- ¿Qué dificultades encuentras?
- Las dificultades son muchas. Quizá el tiempo de clase, que semanalmente oscila entre los 25 y los 30 minutos. Debido a eso cuesta más conseguir una progresión más rápida.

ALUMNO (Fotos de Maël Bethencourt Maguet y Luka Navarro Morales)
Entrevistamos a Mael Bethencourt Maguet. Maël tiene 12 años y es hijo de padre gomero y madre francesa. Puede comunicarse sin problemas en los dos idiomas.

- ¿Es complicado aprender a silbar?
- No, lo más complicado es decir frases largas.
- ¿Te gusta?
- Sí, porque es una oportunidad muy bonita
- ¿Consideras que es importante aprender a silbar?
- Sí, porque sirve para comunicarse con personas mayores.
- ¿Es posible silbar en otro idioma?
- Sí, pero no lo he intentado nunca.
- ¿Has enseñado a silbar a alguien de tu entorno?

- Sí, a mi prima Anaïs que tiene 12 años y vive en Francia, pero silbamos en español.

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